La
avulsión o la exarticulación se define como la salida completa de un diente de
su alveolo.
Prevalencia
de las avulsiones en la dentición permanente:
- Sexo:
se ha asociado más a niños debido a que estos desarrollan más actividades
deportivas de contacto y con movimientos bruscos; sin embargo, en la
actualidad este dato está perdiendo valor y ahora la frecuencia de
presentación de lesiones en uno y otro género tiende a equilibrarse.
- Edad:
entre los 7 y los 9 años, cuando los incisivos permanentes están
erupcionando.
- Frecuencia:
la avulsión presenta una frecuencia de entre el 0,5% y el 16%; los dientes
más propensos a sufrir avulsión son aquellos que están en fase de erupción
y suelen ser los incisivos centrales superiores, tanto temporales como
permanentes.
En
cuanto a la etiología de los traumatismos, destacan el maltrato infantil, las
caídas, los choques, los accidentes automovilísticos y, sobre todo, las
actividades deportivas.
Como
factores predisponentes destaca un resalte mayor de 4mm, el labio superior
corto, la respiración oral, la mordida abierta y los labios incompetentes.
En
los dientes temporales, el tratamiento de elección es la no reimplantación. Por
el contrario, en los dientes permanentes se opta por el reimplante inmediato,
en el que el mejor pronóstico se obtiene cuanto menor sea el tiempo extraoral
del diente avulsionado.
El tiempo y el medio de almacenamiento y transporte del
diente avulsionado, desde que ocurre el accidente hasta que tiene lugar el
reimplante, son aspectos de gran importancia.
·
Fuera
de la consulta: el reimplante inmediato de la pieza debe llevarse a cabo
durante los primeros 15 ó 20 minutos, con una correcta limpieza del mismo y una
colocación lo más atraumática posible; si no es viable proceder de este modo,
se debe conservar el diente en un líquido adecuado; los medios húmedos
extraorales considerados actualmente para mantenerlo son, por orden de
idoneidad, la solución salina balanceada, leche desnatada pasteurizada a 4°
centígrados, suero fisiológico, saliva y, por último, agua.
·
Dentro
de la consulta:
1.
Limpiar
la raíz sin frotarla, mediante el irrigado de la misma con suero fisiológico, y
mantener el diente hidratado.
2.
Irrigar
el alveolo con suero fisiológico, para eliminar el coágulo formado y los
posibles restos de contaminación residual, pero sin legrarlo.
3.
Se
reimplanta el diente con una ligera presión.
4.
Se
recomienda asegurar una correcta posición dentaria mediante el registro
radiográfico.
5.
Si
se necesita, colocar una férula semirrígida de siete a diez días, con un
alambre y composite; debe ser pasiva y lo suficientemente rígida para lograr la
inmovilidad, aunque no tanto para que favorezca la anquilosis; debe interferir
poco o nada con las funciones normales de la cavidad oral.
6.
Se
debe destacar al paciente la importancia de mantener una correcta higiene, para
evitar la infección retrógrada a partir de la placa bacteriana; se recomienda
el uso de geles con clorhexidina.
7.
Antes
de la retirada de la férula, se citará al paciente para una segunda visita, en
la que se realizará el tratamiento endodóntico.
·
En
el caso de que sea un diente con el ápice abierto y tiempo extraoral menor de
60 minutos, el tratamiento idóneo es no endodonciar inicialmente y monitorizar
al paciente cada tres o cuatro semanas para ver los signos de revascularización
o patología; si existiera esta última, se realizará un tratamiento pulpar
(endodoncia).
·
Si
el diente se encuentra con el ápice abierto y con un tiempo extraoral mayor de
60 minutos, realizar el tratamiento pulpar directamente.
·
En
el caso de que el diente se encuentre con el ápice cerrado, se recomienda
realizar el tratamiento de conductos y rellenarlos con hidróxido de calcio en
una primera sesión, para después obturar los conductos de manera definitiva.
Las
medidas de prevención más útiles son el uso de protectores bucales, sobre todo
en las lesiones producidas durante alguna actividad deportiva que conlleve
cierta violencia. También es importante que los padres y los educadores
aprendan a tomar las medidas preventivas que se consideren oportunas, así como
los protocolos de actuación de primeros auxilios en caso de avulsión dentaria.
Secuelas
y pronóstico de los traumatismos dentales:
- Infección
y absceso: los traumatismos en la dentición permanente dan lugar a aparición
de diversa patología periapical, como pueden ser los quistes y los
abscesos.
- Desarrollo
radicular: el desarrollo radicular podrá ir más lento o incluso detenerse.
- Pérdida
de espacio en la arcada dental: se valorará la utilización de mantenedores
de espacio, prótesis o el comienzo de un tratamiento ortodóntico.
- Anquilosis:
se produce mayoritariamente en los dientes permanentes reimplantados tras
una avulsión traumática; se origina cuando el área de afección del
ligamento del diente reimplantado es importante.
- Reabsorciones:
se trata de una lesión inflamatoria en la que se reabsorbe una parte o la
totalidad de la raíz; se produce por la contaminación del ligamento
periodontal, a través de los canalículos dentinarios en los casos en los
que la pulpa está necrótica o es reemplazada por una obturación del
conducto radicular insuficiente; del mismo modo, puede producirse una
afección en sentido contrario, cuando la infección está establecida
primeramente en el periodonto.
- Supervivencia
a largo plazo: si no han aparecido signos de reabsorción radicular durante
los primeros dos años, se considera que el pronóstico es bueno; si a los
cinco años se mantiene funcionalmente y sin signos patológicos, la
supervivencia puede considerarse de largo tiempo; el mantenimiento de
estos dientes en la boca dependerá del tiempo que estén fuera de la boca,
así como del medio de almacenamiento y transporte hasta que se produzca el
reimplante.
Clínica dental Maestro
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