jueves, 7 de noviembre de 2013

Traumatismos dentales.

  La avulsión o la exarticulación se define como la salida completa de un diente de su alveolo.

Prevalencia de las avulsiones en la dentición permanente:
  • Sexo: se ha asociado más a niños debido a que estos desarrollan más actividades deportivas de contacto y con movimientos bruscos; sin embargo, en la actualidad este dato está perdiendo valor y ahora la frecuencia de presentación de lesiones en uno y otro género tiende a equilibrarse.
  • Edad: entre los 7 y los 9 años, cuando los incisivos permanentes están erupcionando.
  • Frecuencia: la avulsión presenta una frecuencia de entre el 0,5% y el 16%; los dientes más propensos a sufrir avulsión son aquellos que están en fase de erupción y suelen ser los incisivos centrales superiores, tanto temporales como permanentes.

  En cuanto a la etiología de los traumatismos, destacan el maltrato infantil, las caídas, los choques, los accidentes automovilísticos y, sobre todo, las actividades deportivas.

  Como factores predisponentes destaca un resalte mayor de 4mm, el labio superior corto, la respiración oral, la mordida abierta y los labios incompetentes.

  En los dientes temporales, el tratamiento de elección es la no reimplantación. Por el contrario, en los dientes permanentes se opta por el reimplante inmediato, en el que el mejor pronóstico se obtiene cuanto menor sea el tiempo extraoral del diente avulsionado.

 El tiempo y el medio de almacenamiento y transporte del diente avulsionado, desde que ocurre el accidente hasta que tiene lugar el reimplante, son aspectos de gran importancia.

·         Fuera de la consulta: el reimplante inmediato de la pieza debe llevarse a cabo durante los primeros 15 ó 20 minutos, con una correcta limpieza del mismo y una colocación lo más atraumática posible; si no es viable proceder de este modo, se debe conservar el diente en un líquido adecuado; los medios húmedos extraorales considerados actualmente para mantenerlo son, por orden de idoneidad, la solución salina balanceada, leche desnatada pasteurizada a 4° centígrados, suero fisiológico, saliva y, por último, agua.

·         Dentro de la consulta:
1.    Limpiar la raíz sin frotarla, mediante el irrigado de la misma con suero fisiológico, y mantener el diente hidratado.
2.    Irrigar el alveolo con suero fisiológico, para eliminar el coágulo formado y los posibles restos de contaminación residual, pero sin legrarlo.
3.    Se reimplanta el diente con una ligera presión.
4.    Se recomienda asegurar una correcta posición dentaria mediante el registro radiográfico.
5.    Si se necesita, colocar una férula semirrígida de siete a diez días, con un alambre y composite; debe ser pasiva y lo suficientemente rígida para lograr la inmovilidad, aunque no tanto para que favorezca la anquilosis; debe interferir poco o nada con las funciones normales de la cavidad oral.
6.    Se debe destacar al paciente la importancia de mantener una correcta higiene, para evitar la infección retrógrada a partir de la placa bacteriana; se recomienda el uso de geles con clorhexidina.
7.    Antes de la retirada de la férula, se citará al paciente para una segunda visita, en la que se realizará el tratamiento endodóntico.
·         En el caso de que sea un diente con el ápice abierto y tiempo extraoral menor de 60 minutos, el tratamiento idóneo es no endodonciar inicialmente y monitorizar al paciente cada tres o cuatro semanas para ver los signos de revascularización o patología; si existiera esta última, se realizará un tratamiento pulpar (endodoncia).
·         Si el diente se encuentra con el ápice abierto y con un tiempo extraoral mayor de 60 minutos, realizar el tratamiento pulpar directamente.
·         En el caso de que el diente se encuentre con el ápice cerrado, se recomienda realizar el tratamiento de conductos y rellenarlos con hidróxido de calcio en una primera sesión, para después obturar los conductos de manera definitiva.

  Las medidas de prevención más útiles son el uso de protectores bucales, sobre todo en las lesiones producidas durante alguna actividad deportiva que conlleve cierta violencia. También es importante que los padres y los educadores aprendan a tomar las medidas preventivas que se consideren oportunas, así como los protocolos de actuación de primeros auxilios en caso de avulsión dentaria.

  Secuelas y pronóstico de los traumatismos dentales:
  • Infección y absceso: los traumatismos en la dentición permanente dan lugar a aparición de diversa patología periapical, como pueden ser los quistes y los abscesos.
  • Desarrollo radicular: el desarrollo radicular podrá ir más lento o incluso detenerse.
  • Pérdida de espacio en la arcada dental: se valorará la utilización de mantenedores de espacio, prótesis o el comienzo de un tratamiento ortodóntico.
  • Anquilosis: se produce mayoritariamente en los dientes permanentes reimplantados tras una avulsión traumática; se origina cuando el área de afección del ligamento del diente reimplantado es importante.
  • Reabsorciones: se trata de una lesión inflamatoria en la que se reabsorbe una parte o la totalidad de la raíz; se produce por la contaminación del ligamento periodontal, a través de los canalículos dentinarios en los casos en los que la pulpa está necrótica o es reemplazada por una obturación del conducto radicular insuficiente; del mismo modo, puede producirse una afección en sentido contrario, cuando la infección está establecida primeramente en el periodonto.
  • Supervivencia a largo plazo: si no han aparecido signos de reabsorción radicular durante los primeros dos años, se considera que el pronóstico es bueno; si a los cinco años se mantiene funcionalmente y sin signos patológicos, la supervivencia puede considerarse de largo tiempo; el mantenimiento de estos dientes en la boca dependerá del tiempo que estén fuera de la boca, así como del medio de almacenamiento y transporte hasta que se produzca el reimplante.


Clínica dental Maestro
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1 comentario:

  1. Nunca antes había oído hablar de avulsión. Gracias por esta interesante publicación de blog.

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