CAVIDAD ORAL, SIDA Y SÍFILIS
En
los últimos años se ha observado un aumento importante en el número de
infecciones de transmisión sexual (ITS) y, entre ellas, de la sífilis. Del
mismo modo, también se ha observado un aumento leve de casos de nuevos infectados
por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Estos incrementos
preocupantes se deben a diversos factores: por un lado, las generaciones
actuales no han conocido la epidemia del SIDA en sus años más virulentos y ven
la infección por VIH como algo lejano y curable; por otro, los nuevos hábitos
de comunicación y relación han facilitado los contactos sexuales de riesgo sin
protección, tanto en los colectivos homosexuales como los heterosexuales, y
parece que las ITS favorecerían la transmisión del VIH.
La
candidiasis es la infección oral más característica de la infección por VIH. La
forma clínica clásica es la candidiasis pseudomembranosa. La presencia de un
tipo de esta candidiasis en un adulto joven "sano" debe ser sugestivo
de inmunosupresión. No obstante, la candidiasis eritematosa es actualmente la
forma más frecuente de candidiasis oral y aparece como una mácula rojiza
típicamente en el dorso lingual y el paladar duro. También la presencia de esta
lesión en una persona joven sin otros datos facilitadores, implica descartar la
infección por VIH.
La
queilitis angular (inflamación de las comisuras labiales) es otro proceso común
de carácter crónico y recidivante en los pacientes VIH+, en el que intervienen
bacterias y hongos.
Las
infecciones víricas de la cavidad oral, principalmente las herpéticas,
representan otra alteración común en la infección por el VIH. Lo más habitual
son las infecciones recurrentes y mantenidas por el virus herpes simple, sobre
todo las extraorales en los labios y en menor medida las intraorales, como
lesiones ulceradas irregulares, dolorosas y mantenidas. Las infecciones por
virus Herpes-Zoster a nivel trigeminal suelen ser infrecuentes.
En
los últimos años hemos observado un incremento en la aparición de lesiones
hiperplásicas epiteliales, como papilomas o verrugas, asociadas a la infección
por el virus del papiloma humano en los pacientes infectados por VIH.
Las
infecciones bacterianas orales en los pacientes VIH+ están asociadas
preferentemente a la enfermedad periodontal y/o cariogénica que suelen ser
especialmente agresivas.
Tras
4 a 6
semanas de la aparición del chancro, los pacientes que no son diagnosticados ni
tratados, desarrollan la sífilis secundaria. Estos pacientes pueden presentar lesiones
orales muy diversas, siendo las más típicas las placas mucosas opalinas. Estas
lesiones normalmente se localizan en los labios, la lengua o el paladar y son
extremadamente contagiosas. Otras lesiones son las pápulas eritematosas,
úlceras, máculas rojizas o incluso lesiones blanquecinas simulando enfermedad
liquenoide, leucoplasia e incluso macroglosia.
Tras
esta etapa, si los pacientes no son tratados
pasan por un periodo de latencia en el que son contagiosos pero no
presentan sintomatología y que puede durar años hasta que aparecen las graves
alteraciones del sistema nervioso central, cardíacas u otras, típicas de la
sífilis tardía o terciaria.
Por
todo ello, el profesional odontólogo y su actividad clínica constituyen una
pieza fundamental en el diagnóstico, la prevención y la reducción de la
progresión de estas enfermedades de declaración obligatoria.
Clínica dental Maestro
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